El museo de la Fauna ha dotado recientemente a las instalaciones de una sala de anatomía científica donde nuestros campers pueden observar diferentes esqueletos de animales de la fauna ibérica (jabalí, rebeco, corzo, ciervo, gamo, zorro, lobo, muflón y macho montés) que se complementa con otros de un chimpancé, una pitón y un varano y otros de pequeños animales como rana, musaraña, gorrión, koipu, titis y camaleón y de grandes como un tigre y un león.

Nuestros campers también han podido disfrutar del bisonte y saber más sobre su forma de vivir, tipo de cornamenta (sus cuernos no se renuevan como el de los corzos o ciervos), alimentación (pueden comer hasta más de 32 kg, de vegetal al día), reproducción (la hembra puede quedar preñada una vez cada tres años, siendo su período de gestación de 9 meses), organización (conviven en pequeñas manadas de unos 20, pudiéndose juntar en invierno y formarlas de incluso 100 individuos), carácter (tranquilo y huidizo), y curiosidades (debajo de su pelo hay otra capa llamada borra similar a la lana que les aisla del frío, esta capa se pierde en verano y se recupera en otoño; un bisonte joven puede saltar hasta 2 metros de altura y 3 de longitud aunque no es habitual que lo hagan; galopan como caballos pero  más lentos; los machos entre sí por las hembras).

 Al ser una especie que está en peligro de extinción (6.000 en todo el mundo), el museo supone una iniciativa para su conservación.  


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